Add parallel Print Page Options

Después de un tiempo, el levita fue a buscar a la mujer, quería hablar con ella para que regresara de nuevo con él. El levita llevó a su sirviente y sus burros hasta la casa del papá de la mujer. Al llegar al lugar, el papá de la mujer salió muy contento a saludar al levita y lo invitó a quedarse allí. El levita se quedó en la casa de su suegro durante tres días. Allí bebió, comió y durmió.

Al cuarto día, el levita se levantó temprano y empezó a preparar el viaje, pero el papá de la mujer le dijo:

—Come algo antes de viajar, luego podrás irte tranquilo.

Read full chapter